La palabra iPhone hace referencia a la vida, no al móvil de la marca Apple.
La primera actualización fue bastante buena, la segunda incluso mejor que la primera. Pasaba horas y horas contigo porque me hacías feliz. Me llenabas como ninguna persona podía hacerlo, o eso creía...
Entonces comenzaron los problemas. Me pedías constantemente dinero con el pretexto de que si quería seguir usando esa aplicación debía pagar una cierta cantidad de dinero cuando tú precisases de él. Para estar juntos, decías.
Pero eso no fue suficiente. Cada vez ocupabas más espacio en la memoria interna. Entonces tenía que elegir: o ellos o tú. Renuncia a él, no es más que escoria en tu iPhone, solían comentarme las demás aplicaciones cuando mostraba mi deseo de hacerlos desaparecer de mi iPhone para siempre. Pero tú siempre estabas por delante de los demás.
Primero fueron aplicaciones recientes que había conocido incluso antes que a ti. Alegabas que eran una mala influencia para mí, y siempre me recomendabas aplicaciones amigas con las que has tenido más de un roce virtualmente cariñoso.
Después fui apartando de mi iPhone aplicaciones que me habían acompañado desde el principio e incluso antes de existir. Pero tú seguiste creciendo, ocupando el espacio que no tenía, oprimiéndome hasta sentir que me faltaba el aire. Y, ¿lo peor de todo? Estaba sola.
Esa felicidad que me dabas había desaparecido, me advertías de que el espacio del iPhone era insuficiente para que continuaras ahí, que el dinero que te daba no era el que tú me pedías. Poco a poco, el níveo cristal rectangular que formaba mi vida se resquebrajaba, y yo no hice nada por evitarlo, hasta que mi iPhone colapsó en el suelo. Recuerdo esa sonrisa que esbozaban mis labios porque creía haberte dejado para siempre. Comenzaría desde cero con un nuevo iPhone, lejos de ti, y con la gente que me había acompañado y que seguro que me perdonarían.
Sumida en el abandono y la preocupación, era demasiado tarde para librarme de ti, para intentar soltarme de los códigos de cuatro números que me bloqueaban constantemente mi acceso a ti.
Pero no era demasiado tarde para que me apagaras.
Hay personas que aportan felicidad, otras que no aportan nada y unas que hacen daño. Es difícil deshacerse de estas últimas, pero aún es más difícil intentar sobrevivir junto a ellas.
Hay personas realmente toxicas y que triste es cuando tardamos en darnos cuenta.
ResponderEliminarGran post!
Un beso desde http://our-light-house.blogspot.com.es/
Y la pregunta es...
ResponderEliminar¿Está jailbreakeado?
jejeeje.
Saludos
Hola gupiii! me a gustado mucho tu blog, nos encantamos de esa persona hasta que nos damos cuenta que no nos conviene. Un besitooo
ResponderEliminarPD: si entras en mi blogg y te gusta y decides seguirme te seguiré muakii♥
Que buena metáfora!, sos una genia!! :)
ResponderEliminarMe gusto mucho como has contado este texto. La verdad es que tienes razón.
ResponderEliminarSaludos.
Hay "aplicaciones" que más vale borrarlas cuanto antes o terminan fastidiándote todo el sistema operativo. Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarUn texto muy metafórico. Me ha encantado!
ResponderEliminarUn besote! ^^
Exacto! Muy buen ejemplo con el iphone jajaja y como dice la frase "no confies en nadie piensa que el diablo tambien era un angel" besitos :)
ResponderEliminarQué metáfora!
ResponderEliminarCoincido totalmente >.<
Besos
Qué bueno, entre la risa y la pena por las aplicaciones tan reales que tiene tu texto, valga la broma fácil
ResponderEliminarBesos. Derrochas creatividad
que alegoría más bonita, me hizo recordar de tantas "aplicaciones" que debí y aun debería eliminar de mi memoria interna jeje. Gracias. Besos
ResponderEliminarDivertido...y realista jajaja
ResponderEliminarEl daño que puede hacer un simple movil
Un beso!
¡Hola! ^.^
ResponderEliminarAl principio no entendía y cuando lo he entendido... buena metáfora.
Besos.
Alegorías perfectas y esta, de verdad me encantó. ¡Me encantó!
ResponderEliminarLas que hacen daño... cuánto mas lejos mejor. Saludos.
ResponderEliminar¡Qué buen mensaje deja esto! La verdad es que hay que alejar a las personas que nos hacen daño, es la única manera de solucionar las cosas. ¡Y por supuesto, separarnos de ellas por más que las deseemos!
ResponderEliminarbesotes, nos leemos.
Wow la verdad me has dejado de piedra y me encanta :D
ResponderEliminarUn beso, La mitad de tu sonrisa.
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