Recuerdo la primera vez que me preguntaron quién era Lenah. Fueron mis padres. Yo les relaté con lujo de detalles que era el amor de mi vida y que la había conocido hacía tan sólo unas semanas. Ellos parecían contentos, después de todo, era la primera vez que una chica me miraba a los ojos sin pensar en lo pringado que era. ¿Que no sabes quién es ella? Te lo explico.
Lenah es fuego y a la vez también hielo, es una contradicción de su propia existencia. Es agridulce como la salsa. Su parte dulce es capaz de encontrar la luz de la generosidad en un corazón de piedra y su parte agria puede mandar a paseo a cualquier imbécil que se fije en el lema delantero de su camiseta. Una vez probé su parte agria, cuando la invité a cenar a mi casa y ella no se presentó. No le dirigí la palabra en dos semanas, pero era imposible, yo la amo.
El humo del cigarrillo que salía de sus labios cada vez que estaba en casa se perdía en un ambiente cargado en rock & roll. Nos adentrábamos en las marismas de la tranquilidad cada vez que el vodka nos consumía a los dos. Pasaba mi tiempo haciéndole fotos o dibujando su belleza radiante. Creo que mi madre llegó a envidiar su aterciopelada piel, porque puso mala cara en cuanto veía las fotos que le hacía. No es que ella no sea guapa, pero mi novia lo es más.
Más de una vez le pregunté qué era de sus padres, porque siempre rehuía ese tipo de preguntas. Ella sólo encogía los hombros, volvía a omitir la respuesta de algo que para mí era tan importante. Después, para evitar que yo me quejase otra vez por no querer contarme algo tan importante como eso, me besaba apasionadamente.
Mis amigos estaban cansados de que sólo hablase de ella, diciendo que no era el de antes, que no estaba bien, que tenía un problema. ¿Estar enamorado es un problema? El problema lo tienen ellos porque no han encontrado el amor verdadero.
Por otra parte, mis padres me miraban extrañados cada noche que les decía que Lenah cenaría conmigo, que no tenía adónde ir, que estaba sola. Luego, se enfadaban cuando veían que ella no probaba ni bocado de su comida. Yo la justificaba diciendo: "Es muy quisquillosa, perdonadla".
Un día, mis padres me llevaron a dar un paseo con el coche. Querían hablar conmigo. Alegaban que durante un tiempo me había comportado de una manera muy siniestra, hablando tanto de esa chica. Mi padre siempre tenía la manía de dar golpecitos al volante cuando pensaba comentarme algo que sabía que me enfurecería. Entonces, llegó.
-Max, Lenah no existe.
Comencé a gritar, diciéndole todas y cada una de las veces que la habían visto. Pero mi madre respondió que lo único que podía darles una referencia de su aspecto físico eran mis dibujos, que mis fotos sólo enfocaban un punto indefinido del horizonte y que no se había presentado ni una sola noche a cenar.
Definitivamente, el paseo terminó en un psiquiátrico.
Y, sinceramente, la vida allí no está tan mal como la plantean en algunas películas. Hacemos terapia, nos dan medicación; y después, tenemos todo el día para nosotros solos. Ya he hecho varios amigos, Nicole y Harry. Ambos están más cuerdos de lo que cualquier terapeuta podría estar. Parece como una conspiración, como si quisiesen tenernos dentro durante toda la eternidad.
Ayer, cuando ya por fin había terminado de comer y tomado mi medicación, entré en mi habitación y me senté a dibujar un poco. Era la primera vez que dibujaba a alguien que no era Lenah, me encargué de reflejar con un carboncillo una situación bastante graciosa que Harry me contó que le ocurrió el día antes de entrar en este sitio de locos. De graciosa no tenía nada, pero tenía necesidad de plasmarla en un papel.
En ese momento allí estaba Lenah. Me miraba fijamente, recriminándome que me dejaba aplacar por varias personas que no tenían vida propia.
-Te he echado de menos -comencé yo, acariciando su pelo.
Me besó. Fue un instante corto, pero tan intenso como solía ser siempre. La abracé con fuerza, maldiciendo a cada uno de los que afirmaban que lo que me ocurría era un trastorno debido al miedo al rechazo. Ella estaba aquí y yo sería su media manzana, porque odia las naranjas.
-No te dejaré marchar, cariño -siguió Lenah.
Me quedé paralizado.
-Juntos para toda la eternidad.
wow que bueno que es. Es tuyo?? me gusto mucho.
ResponderEliminarUn beso y espero escribas otro. <3
Sí, es mío :))
Eliminar¡Muchas gracias!
Me ha encantado, en serio.
ResponderEliminarAunque odio un poco a Lenah, (a la vez que la envidio)...
¡Hola amiga!
ResponderEliminarHe conocido tu blog a través del de una amiga también bloggera y quería pasarme por tu casa entre otras cosas para saludarte.
También aprovecho para animarte a seguir así, ya que haces un trabajo excelente a la par que útil para muchas personas.
Aprovecho de igual modo mi visita, para desearte que sigas en la misma línea de trabajo porque me gusta el estilo que utilizas, tu forma de escribir, fácil de entender, ámena de leer y directa.
Sobre todo, esto último ya que no se dispone de mucho tiempo libre y es una forma muy buena de facilitar las cosas a los lectores como es mi propio caso.
Si te apetece puedes pasarte por felicidadenlavida
Un fuerte abrazo,
Francisco M.
Cielo, es precioso :O
ResponderEliminarNo siempre tengo tiempo para comentar todo lo que leo, pero esto realmente me ha parecido asombroso.
Tienes muchísimo talento!
Un besito!
Me encanta, está genial de verdad una pasada!
ResponderEliminarCuenta conmigo para leerte ya te tengo en tuenti:)
http://macherieladyartiste.blogspot.com.es
Lindo lindo!! ;)
ResponderEliminarme encant el relato! es genial. Es que tienes tanta imaginacion cielo.
ResponderEliminarSin duda me dejaste O.O con eso de Lenah que no existia u.u
Un beso May R Ayamonte
Lo de las manzanas me ha parecido un detalle muy sencillo pero también acertado (¿un secreto? Yo también odio las manzanas). Ha sido un relato largo, pero no se me ha hecho nada pesado. Creo que yo también envidio a Lenah xD
ResponderEliminarQuería agradecerte el que leyeras alguna entradas sobre mi personaje Sloan. Es bueno saber que los lectores se interesan por la historia. Muchas gracias. :)
NARANJAS, ODIO A LAS NARANJAS.
EliminarNo sé en qué mundo vivo... Siento ocupar espacio con tonterías.
Hola , ¿os importaria visitar mi blog ? Es muy importante para mi que lo lea alguien , muchisimas gracias (:
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el relato, es muy dulce.. sobre todo el final
ResponderEliminarBesos
Me encanta *-* es precioso te leo!
ResponderEliminarhttp://coleccioniistademomentosfelices.blogspot.com.es/
Que lindo tu blog
ResponderEliminartiene buena pinta la historia, me parece que ya sé de qué va jijiji, pero de momento no digo nada por si la historia me soprende ^^
ResponderEliminarWow! No sé por cual de esos caminos de Google y sus enrevesadas callejas he alunizado en este blog, perdón, alucinado con este blog. La historia me parece tremendamente original así que trataré de seguir leyendo.
ResponderEliminarSaludos desde la Florida!
wow the photography is simply amazing <3
ResponderEliminarwant to follow each other? i will defiently follow back
my blog:
http://thebizarrebirdcage.blogspot.de/
genial !!!
ResponderEliminarseguro que nos vas a sorprender...
un abrazo mientras tanto
en este sábado gélido (aquí)
^^
^^ es precioso,como Siempre =P.
ResponderEliminarMadre mía, que artista:)
ResponderEliminarEs genial, me ha encantado.
ResponderEliminarEscribes realmente bien.
http://queenofyourdreams.blogspot.com.es ♥
ahora no recuerdo en cual de los dos Facebook publiqué tu enlace, quizás este:
ResponderEliminarhttps://www.facebook.com/pages/Cenicienta-no-lleva-zapatos/135869656467066?ref=hl
pero este va a desaparecer y voy a publicar sólo ne este:
https://www.facebook.com/auroravegapage?ref=hl
besos